En metodologías ágiles es la piedra fundamental de todo lo que se construye. Sea que el proyecto es diseñar un producto o servicio, el iniciar por un MVP es la fase ‘cero’ fundamental para construir y validar, paso a paso, etapa a etapa, iteración a iteración, todos los evolutivos.
El camino desde el MVP al producto ‘terminado’ (que siempre puede seguir evolucionando), es una ruta de aprendizajes que fortalecen y alistan el éxito o el fracaso sin dolores. Veremos cómo…
¿Qué es un mínimo producto viable?
El mínimo que podemos hacer, que sea viable en el sentido de inversión de recursos (económicos, intelectuales, humanos, logísticos), y a la vez viable desde la utilidad.
MPV: construcción iterativa por etapas
Si queremos construir un asiento cómodo, no deberíamos de definir ya desde el comienzo las medidas, que será un sofá enorme, con masajeador electrónico y control digital por wifi.
En el inicio del proyecto ni debiera ser relevante si tendrá terciopelo de cubierta y apoyabrazos de cuero sintético en tales colores, además reclinable en tres posiciones, etc…
Tranquilamente, con el objetivo de un asiento cómodo podemos empezar en una banqueta bien básica, ponerla a prueba con colaboradores, luego con amigos, luego con más usuarios. En cada etapa de pruebas e iteraciones ir relevando ideas, opiniones, mediciones.
Aprendizaje continuo, métricas y rumbo en la construcción del MVP y roadmap de la solución en evolutivos
Si el objetivo es un asiento cómodo, con todo el proceso iterativo podremos lograr un buen producto o servicio que «se va construyendo» de forma sólida, evolucionando, vamos aprendiendo, escuchamos y actuamos. Tal vez terminemos dándonos cuenta que lo que definimos párrafo arriba de «asiento cómodo» con mil descripciones, no sea lo que nuestro público objetivo y en general consideran cómodo. Fallar temprano o corregir a tiempo también es un beneficio de este modelo.
Aquí otra visión y explicación que me gustó y les comparto…
