Muchas veces se usan como sinónimos, de forma indistinta, pero de acuerdo a algunos autores y descripciones, no son equivalentes. Tienen diferencias, mayores o menores, y depende también mucho de como las aplica cada consultor o asesor. Aquí una mirada más sobre este tema.
Tabla de contenidos
- Definiciones y puntos en común entre asesoría y consultoría
- ¿Qué estás necesitando y qué gustarías de encontrar?
Definiciones y puntos en común entre asesoría y consultoría
asesorar
De asesor. Del lat assessor, -ōris, der. de assidēre ‘asistir, ayudar‘.
- tr. Dar consejo o dictamen.
- prnl. Tomar consejo del letrado asesor, o consultar su dictamen.
- prnl. Dicho de una persona: Tomar consejo de otra, o ilustrarse con su parecer.
consultor, ra
Del lat. consultor, -ōris.
- adj. Que da su parecer, consultado sobre algún asunto. U. t. c. s.
- adj. consultante. U. t. c. s.
- m. y f. Persona experta en una materia sobre la que asesora profesionalmente.
- m. Experto, a veces laico, que es convocado para asesorar en los concilios y en algunas congregaciones de la curia romana.
Interpretando al consultoría y buscándole la vuelta al asesoramiento
Ambas definiciones proveen suficientes términos orientados a que sea un enfoque u otro que podamos darle, en su amplitud linguística, sirven de ayuda, asistencia o colaboración en base a conocimiento, experiencia.
Aunque parezca que asesorar es una definición más light y que carece de opinión profesional el dictamen u opinión, no es más que caer en lo estricto de la definición que, como sabemos, es una guía quizás incompleta y donde el uso y costumbre del idioma rellena esos espacios.
Ahora bien, si hay un ápice de diferencia en donde vamos a ahondar brevemente, más no es idea de hacer un tratado definitivo siempre que las condiciones de consultoría o asesoría estén claras en una relación contractual, y es la que surge de interpretaciones de esto en diferentes contratos y autores, donde impulsan que: asesorar es acompañar, consultar es recibir respuestas.
¿Qué tenemos de diferente entonces?
Que la asesoría es un acompañamiento más o menos prolongado, abierto de agenda, donde ambas partes construyen. En cambio, la consultoría, es más un espacio de hacer preguntas y recibir alternativas o respuestas novedosas.
El consultor, por lo tanto, se terminará convirtiendo en una especie de guía. Es a quien le plantearemos algunos problemas y nos dará su visión, en base a experiencia, conocimiento y también algo de creatividad, de como se podría encarar el desafío.
En otras oportunidades también podría tener un rol de iluminar sesgos que se tengan, dar lubricación al equipo y que mueva de mejor manera sus engranajes o incluso un enfoque de aportar seniority en esquemas donde el equipo al cual se asiste no ha pasado por estos desafíos y se encuentra en una visión junior del tema (aunque puede ser experto en cosas similares).
¿Qué estás necesitando y qué gustarías de encontrar?
Sea que busques consultoría o asesoría, es fundamental encontrar un poco de guía u orientación. Y para eso siempre hay asesores y consultores que ofrecen allanar el camino pero mas no avanzar luego con el proceso de consultorio o asesoramiento. Son, justamente, orientadores de un proceso, el previo de iniciar la consultoría o asesoría.
A estos se les conoce desde hace años y cada vez más populares como «facilitadores». Su rol es dar fluidez a las operaciones, consultas, una red de contactos y una visión global de la situación o el análisis necesario, para luego apoyar el proceso de incorporar consultoría o asesoría, sea que la ofrezca el mismo facilitador, un buró socio, donde es partner, algún contacto o ayude en encontrar quien adecuadamente pueda brindar alto valor y acompañar parte del proceso.
Y entonces el consultor dijo: «Ayúdate que yo te ayudaré»
La Biblia (de algunos consultores).
Como una asesoría y/o consultoría puede ayudarte
En los procesos de asistencia, como para poner un punto medio entre los términos que venimos analizando, creo y en mi experiencia es fundamental, que el que facilita no imponga, y quien recibe la información la cuestione, pero no por sólo deporte de cuestionar.
Las consultorías y asesorías no son mágicas. Son más bien acceso a experiencia y conocimiento que la persona u organización que convoca no tiene o la tiene desordenada y/o incompleta. Pero, y en definitiva, va a tener que decidir y 99.99% es responsable de la implementación y seguimiento.
Lo más complicado, siempre, en todo proceso de asistencia, termina siendo el aprehender (y no solo aprender), de apropiarse de las ideas planteadas y comenzar a implementarlas, aplicarlas, seguirlas y hacerlas propias, reformularlas y volver a implementar. Volver hábito útil lo aprendido, donde no se reniegue y sea natural. Es más fácil decirlo que hacerlo, y es parte de ambas partes, pero un 99.9%
Una mano lava a la otra y las dos juntas lavan la cara.
Frase de las abuelas
Por último, pero no menos importante: entonces, ¿consultoría o asesoría?
Entonces. ¿Cuál necesitas? Si dudas si buscas asistencia, creo que a esta altura voy a defraudarte diciendo «cualquiera de las dos», pero sin dudas habrás leído este artículo y cuan monólogo de autoayuda seguramente tendrás una mezcla de ideas con las que ir escribiendo en papel o en digital algunas consideraciones, ideas y necesidades.
En los alcances del proyecto de asesoría o el plan de consultoría, seguramente irán delimitadas las dinámicas de trabajo, responsabilidades y encuadre que se dará. Allí está la clave, y quizás no tanto en una terminología u otra.